Originaria de la región catalana, la olivada negra, también conocida en algunas áreas como tapenade, es una exquisita pasta a base de aceitunas negras. Su sabor distintivo es salado, ligeramente amargo y aterciopelado, un reflejo del sol mediterráneo y del terroir específico donde crecen estos árboles centenarios.
Las aceitunas han sido una parte integral de la dieta mediterránea desde tiempos antiguos. Civilizaciones como la griega y la romana ya valoraban el aceite de oliva por sus propiedades culinarias y medicinales. No es sorprendente que con el tiempo, la aceituna en sí haya encontrado su camino hacia diferentes preparaciones culinarias, entre ellas, la olivada negra.
Producción de la olivada negra: Desde el árbol al plato
1. Selección de Materia Prima: Las aceitunas negras maduras son esenciales para una olivada de calidad superior. Las variedades más populares son Arbequina y Empeltre, aunque hay muchas otras que también se pueden usar.
2. Deshuesado y Limpieza: Las aceitunas son cuidadosamente deshuesadas y limpiadas para asegurar que no haya impurezas o residuos de salmuera.
3. Trituración y Mezcla: Las aceitunas se trituran hasta conseguir una textura pastosa. A esta base, se le añaden otros ingredientes tradicionales, como aceite de oliva virgen extra, ajo, alcaparras o incluso anchoas.
Además de su sabor inconfundible, la olivada aporta varios beneficios nutricionales:
Ácidos Grasos Monoinsaturados: Estos ácidos grasos son conocidos por su papel beneficioso en la salud cardiovascular.
Antioxidantes y Vitamina E: Ambos elementos son esenciales para combatir el daño oxidativo en las células.
Fibra: Mejora la digestión y contribuye a un sistema digestivo saludable.
En tiendas y supermercados, la olivada negra se puede encontrar en diversos formatos:
La olivada negra es un testimonio de la rica herencia culinaria del Mediterráneo. Con su sabor único y sus múltiples aplicaciones en la cocina, no es de extrañar que este paté de aceituna haya encontrado su lugar en el corazón de chefs y amantes de la comida en todo el mundo. Como profesional del sector HORECA, tener este producto en tu repertorio culinario es esencial para ofrecer a tus clientes experiencias gastronómicas, auténticas y memorables.
La olivada negra no es solo un paté para untar en el pan. Es un ingrediente versátil que puede mejorar y complementar una variedad de platos. Desde carnes rojas, pescados, pasando por ensaladas y pastas, su sabor distintivo puede elevar cualquier receta.
Ingredientes:
- Lomos de atún fresco (cortados en láminas finas)
- 150g de olivada negra de alta calidad
- Alcaparras
- Aceite de oliva virgen extra
- Ralladura de limón y su zumo
- Sal Maldon
Instrucciones:
1. Extiende las láminas de atún fresco en un plato.
2. Con una manga pastelera o espátula, coloca puntos o líneas de olivada negra sobre el atún.
3. Decora con alcaparras y ralladura de limón.
4. Rocía con aceite de oliva y unas gotas de zumo de limón.
5. Finaliza esparciendo sal Maldon y sirve inmediatamente.
Esta receta es un testimonio del potencial que tiene la olivada negra en la cocina profesional, aportando sabores y texturas que encantan al paladar.
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